A primeros de año hubo un gran revuelo en Barcelona (y Catalunya) por el cierre de una librería mítica ubicada en pleno centro de la ciudad: la Llibreria Catalonia. Mucha gente que hacía años que no pisaba el establecimiento puso el grito en el cielo y toda la prensa se hizo eco.
Pocos meses antes había estado tocando en Granollers y me contaron un caso similar pero a menor escala: cerró una tienda de discos histórica de la ciudad. El que me lo explicaba, periodista, me decía que la tienda hacía tiempo que estaba vacía y que era una lástima, porque el dueño era de esas personas que lo sabe TODO y que te podía conseguir el disco más raro en la edición más corta… y explicarte anécdotas de esa edición. Me comentaba que había tenido una discusión con un “moderno” que se quejaba por el cierre de establecimientos culturales y que era culpa de las masas y él le había preguntado ¿cuántas veces has comprado allí? ¿hace cuánto que no pasas por la tienda? A lo que el otro contestó que hacía mucho tiempo que ni se acercaba.
Entonces, el problema no es que no funcione el sector, es cómo compite el sector.
Es un sector en el que existen 3 o 4 sitios de referencia de VENTA masiva y en los que puedes dejarte recomendar… si sabes a quién preguntar y tienen tiempo de atenderte (FNAC, Corte Inglés, Amazon.es, Casa del Libro y poco más). Pero existen muchas tiendas pequeñas que no sólo no tienen ese catálogo, sino que ni pueden ni deben tenerlo. Si estas tiendas intentan competir así con estos monstruos… morirán. Irremediablemente.
Recientemente descubrí la librería Pequod, de Barcelona.
Es un rincón de Barcelona, pequeño y poco stándard en el que puedes encontrar únicamente novela y en la que te atienden dos personas que tienen los libros como su pasión. Se les nota cuando hablan de ellos, cuando te recomiendan, cuando navegan entre sus estanterías… sienten devoción por lo que hacen. Pero no sólo eso, tienen una cuidada página web, un blog y son muy activos en redes sociales. Además organizan eventos diariamente (clubs de lectura, presentaciones, debates con autores, lecturas o incluso conciertos!). Es decir: no venden libros, venden lectura. Las grandes cadenas no pueden vender esto, puesto que apuntan al estándar. Ellos apuntan a la persona que disfruta leyendo y que se evade con la lectura.
Y no sólo eso, también hay locos que abren tiendas de discos! Con la que está cayendo! Pero volvemos a lo mismo: venden discos? O venden música?
Es decir… venden un producto, o tienen un producto-servicio? Cuando hablan de libros o de discos fuera del trabajo… les brillan los ojos? Ellos mismos crean su propia dinámica positiva?
Y tú?
Me ha encantado tu artículo, Pau. Y estoy completamente de acuerdo. Cuando me preguntan qué es lo que «vendo», siempre dudo en contestar. Porque siempre hay alguien que me dice eso de: «pero, ¿vendes libretas? ¿y fuera de España?» Y yo siempre digo que si viesen mi página se darían cuenta de que nunca pretendí vender «libretas», porque para comprar una libreta pueden ir a cualquier papelería, que les va a ofrecer la misma utilidad. Por eso les puse un nombre propio. Porque, al fin y al cabo, a las personas que van a establecimientos tan maravillosos como el que muestras les mueve posiblemente una necesidad diferente, y saben que ahí la pueden encontrar, porque se van a adaptar a ellos como individuo. Quizá ahí esté parte de su magia…
Esto es como la luz en física. Ni es partícula ni es onda. Es las dos cosas, si no fuera así, no sería como es. Pues no es ni producto ni servicio, son las dos cosas y si no es así, no tiene nada que ver.
Pero esto también hace que tu público potencial sea más reducido, porque debe entender qué es lo que compra, pero actualmente se puede llegar a muchos más clientes que simplemente los que pasan por delante cada día 🙂
M’agrada, la llum ni és on ni és particula!! Aquesta me la guardo
Hay otro sector en auge que hace competencia a los todo tipo de librerías y es los libros electrónicos…
Esta nueva forma de lectura puede acarrear que desaparezcan pequeñas tiendas y que además compañías grandes como FNAC o el Corte inglés no se adaptan lo pase muy muy mal en ese sentido… porque cada vez el formato físico se va a vender menos… y o las tiendas se adaptan… o morirán… es así de claro…
Y como se pueden adaptar? Pues en el ejemplo que tu pones… o librerías-cafeterías… u otras cosas…
Pero o cambian o mueren.. y seguramente es lo que le paso a la llibreria Catalonia.
La gente seguirá comprando libros igual que sigue comprando discos. Pero sólo la gente que le de al libro un valor superior al de «hojas con un cuento». Y a esta gente los e-books no les afectan. Y si los tienen, siguen teniendo la lectura como centro, con lo que estas librerías los seguirán atrayendo y servirán para generar movimiento igualmente.
Depende, al final se impondrá o provocará una caída de precios muy fuerte como ha pasado en la música… rebajando el margen de beneficio y provocando que cada vez las grandes cadenas hagan menos negocio con ello. Ahora imagínate los pequeños establecimientos lo tienen crudo.
Nos guste o no, los digital poco a poco se está imponiendo, por comodidad y precio… y es una tendencia imparable. Siempre habrá gente que prefiera un libro de papel… pero eso pasará hasta que nuestra generación desaparezca. La generación de nuestros hijos, ya tendrán desde pequeños mp3, ebooks, smartphones y no le verán ningún sentido a talar arboles, para imprimir libros (sí lo sé ha quedado un poco demagógico, porque la tecnología tiene otro tipo de contaminación diferente, ya lo se), pero es una realida y las pequeñas tiendas hace tiempo que se han tenido que adaptar a ofrecer algo diferente o han desaparecido y ahora es el turno de los grandes establecimientos o les pasará igual… grandes cadenas hemos visto desaparecer por la llegada de la era digital… por ejemplo todas las relacionadas con videoclubs.
A mi me encanta leer en papel, pero uso ebook, comodidad? por supuesto, además teóricamente (el precio del ebook, excepto en España, es más barato que el libro de papel), con lo que amortizas rápidamente el dispositivo si lees una cantidad de libros decentes.
Te contesto aquí, que esto cada vez es más estrecho.
Pasa como en la música. La gente que disfruta con la música sigue comprando discos, pero ahora no los compra por escuchar música solamente (para eso tiene muchos más recursos), ahora lo hace para degustar todo el conjunto.
Pero es que lo miras a corto plazo… a caso cuanta gente de nuestra generación compras discos??? Siempre queda alguno pero es irrisorio, y no se fabrican casi discos.. excepto alguno de coleccionista no??
Pues con los libros pasará igual… nuestros hijos… ya verán raro el leer con papel…
Al final será historia…
Sergio, el de la musica es un sector que conozco. La gente que ama la musica cada vez compra más discos e incluso vinilos. El mercado cambia y se adapta, pero que haya menos mercado no significa que esté muerto. Tiene otro pulso.
[…] Emprender es ser director. Una startup es una institución, no sólo un producto, y requiere una dirección adecuada al contexto. […]
[…] si mismo?Tal como dije en una respuesta a un comentario de una entrada en la que reflexionaba sobre por qué cierran las tiendas de libros, las ventas normales (las que no son venta en masa) cada vez mas tienen a ser “duales” […]